Las residencias de ancianos son un negocio muy rentable una vez consigues los suficientes clientes para obtener rentabilidad. En nuestra guía te contamos cómo abrir una residencia de ancianos. Cumple tu sueño haciendo felices a los demás.
Sigue leyendo si te interesa saber cómo abrir una residencia de mayores.
¿Vas a comprar o rentar un centro que existente o, por el contrario, vas a montarlo de cero? Dependiendo de ello, así como el tipo de centro que vayas a abrir, habrá que tener en cuenta una serie de requisitos.
Algunos de los ejemplos de tipos de centros especiales para personas de la tercera edad podrían ser:
Cualquier negocio que comience, ha de estudiar el mercado actual, así podrá obtener y analizar la viabilidad del proyecto. No hay que dejar de lado el estudio de la competencia, localización, perfil de los residentes, precio y otra serie de aspectos que pudieran influir en el momento de abrir una residencia.
La forma jurídica para abrir o crear una residencia de ancianos suele ser la Sociedad Limitada. La ventaja es que no requiere de una gran inversión de capital social, el número de socios puede ser ilimitado y la responsabilidad de estos se limita al capital aportado.
A continuación, te compartimos algunos de los trámites generales necesarios, ahora, es importante saber que en función del estado, puede que haya que solicitar otra serie de documentación como licencias de apertura, permiso de obras, cambio de titularidad, entre otros.
Trámites generales para una residencia de ancianos:
Las instalaciones de una residencia para mayores o cualquier edificio en el que vayan a habitar personas ha de estar bien acondicionado.
Es posible que la residencia cuente con una o varias unidades de convivencia. Estas deberán tener habitaciones privadas y zonas comunes. Cada habitación debe tener una superficie concreta que especifica la autoridad competente y, por supuesto, estar equipada con lo mínimo como baño con regadera, teléfono y TV, por ejemplo.
La realidad es que lo más recomendable es acudir al ayuntamiento de la zona en la que vayas a abrir la residencia e informarte sobre todo lo necesario para hacerlo como por ejemplo, ventilación, iluminación, baños, enfermería, cocina…
Debe ser funcional y cómodo para los residentes, al final es como si se tratase de un hogar:
Mesas, sillas, sillones, camas, cocina equipada, aire acondicionado y calefacción, sala de actividades, recepción…
Y ya que se trata de un público que necesita unos cuidados y atención específica, la residencia debería contar con sillas de ruedas, bastones, andadores y otros elementos relacionados que faciliten la movilidad de las personas.
Por otro lado, tampoco deben faltar accesorios y productos básicos que puedan necesitar como cobijas, edredones, productos de limpieza e higiene personal, etc.
En este caso, se requiere de un equipo de profesionales formados y cualificados para dedicarse a este tipo de actividad, dentro de los que es posible destacar:
Los precios son aproximaciones y podrían variar en función de la zona geográfica, entre otros factores.
Es posible acceder a planes de financiación que ayuden a reducir la inversión inicial:
Algunos ejemplos serían: llevar un inventario, cuentas anuales, libro de actas, libro de ingresos y gastos, entre otros.
Si necesitas ayuda con todo ello, siempre puedes solicitar el servicio de una asesoría contable, fiscal o laboral que puedan asesorarte al respecto.
Te deseamos mucho ánimo y éxito en tu proyecto. No te pierdas nuestro artículo de Marketing para Residencias cuando llegue el momento de enfocarte en la captación de clientes.
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Índice
Cómo abrir una residencia para mayores
Sigue leyendo si te interesa saber cómo abrir una residencia de mayores.
Estudiar el modelo de negocio y elaborar un plan de negocio
¿Vas a comprar o rentar un centro que existente o, por el contrario, vas a montarlo de cero? Dependiendo de ello, así como el tipo de centro que vayas a abrir, habrá que tener en cuenta una serie de requisitos.
Algunos de los ejemplos de tipos de centros especiales para personas de la tercera edad podrían ser:
- Residencias de tercera edad
- Centros de día
- Centros de terapia ocupacional
- Residencias de cuidados geriátricos
- Servicios de asistencia a domicilio
Cualquier negocio que comience, ha de estudiar el mercado actual, así podrá obtener y analizar la viabilidad del proyecto. No hay que dejar de lado el estudio de la competencia, localización, perfil de los residentes, precio y otra serie de aspectos que pudieran influir en el momento de abrir una residencia.
1. Forma jurídica
La forma jurídica para abrir o crear una residencia de ancianos suele ser la Sociedad Limitada. La ventaja es que no requiere de una gran inversión de capital social, el número de socios puede ser ilimitado y la responsabilidad de estos se limita al capital aportado.
2. Trámites administrativos
A continuación, te compartimos algunos de los trámites generales necesarios, ahora, es importante saber que en función del estado, puede que haya que solicitar otra serie de documentación como licencias de apertura, permiso de obras, cambio de titularidad, entre otros.
Trámites generales para una residencia de ancianos:
- Obtención de razón social y naturaleza jurídica.
- Definición de estatutos sociales.
- Contar con la licencia de funcionamiento.
- Expedida la licencia de funcionamiento, debe ser inscrita en el Registro Estatal dentro de los cinco días siguientes.
- Contar con el Modelo de Atención: Conjunto de acciones para proporcionar atención o servicios (en función de las características de la población objetivo), de acuerdo con los fines y alcances de quien los otorga.
3. Acondicionamiento del local
Las instalaciones de una residencia para mayores o cualquier edificio en el que vayan a habitar personas ha de estar bien acondicionado.
Es posible que la residencia cuente con una o varias unidades de convivencia. Estas deberán tener habitaciones privadas y zonas comunes. Cada habitación debe tener una superficie concreta que especifica la autoridad competente y, por supuesto, estar equipada con lo mínimo como baño con regadera, teléfono y TV, por ejemplo.
La realidad es que lo más recomendable es acudir al ayuntamiento de la zona en la que vayas a abrir la residencia e informarte sobre todo lo necesario para hacerlo como por ejemplo, ventilación, iluminación, baños, enfermería, cocina…
4. Mobiliario, equipo de trabajo y equipamiento
Debe ser funcional y cómodo para los residentes, al final es como si se tratase de un hogar:
Mesas, sillas, sillones, camas, cocina equipada, aire acondicionado y calefacción, sala de actividades, recepción…
Y ya que se trata de un público que necesita unos cuidados y atención específica, la residencia debería contar con sillas de ruedas, bastones, andadores y otros elementos relacionados que faciliten la movilidad de las personas.
Por otro lado, tampoco deben faltar accesorios y productos básicos que puedan necesitar como cobijas, edredones, productos de limpieza e higiene personal, etc.
En este caso, se requiere de un equipo de profesionales formados y cualificados para dedicarse a este tipo de actividad, dentro de los que es posible destacar:
- Director/a o gerente
- Médico de geriatría
- Psicólogo, psiquiatra
- Trabajadores y educadores sociales
- Enfermeras y auxiliares de enfermería especializados en el cuidado de personas mayores
- Fisioterapeutas
- Animadores o monitores de tiempo libre
- Personal de cocina, limpieza, conductores, mantenimiento
- Personal administrativo
5. INVERSIÓN INICIAL APROXIMADA PARA UNA RESIDENCIA DE PERSONAS MAYORES
Tipo de gestión | Precio |
---|---|
Trámites para licencias, permisos y notaría | $4,000 MXN |
Acondicionamiento | $22,000 MXN - $38,000 MXN |
Mobiliario | $30,000 MXN |
Equipamiento | $30,000 MXN |
Stock inicial | $25,000 MXN |
Herramientas de trabajo | Desde $32,000 MXN |
Equipo informático | Desde $22,000 MXN |
Alquiler, Sueldos del personal, asesorías, marketing... | $50,000 MXN - $120,000 MXN |
Es posible acceder a planes de financiación que ayuden a reducir la inversión inicial:
- Financiación propia: dinero, bienes o especies del propio emprendedor.
- Financiación ajena: inversores, entidades de capital riesgo, bancos...
- Subvenciones públicas: ayudas que provienen de las Administraciones para fomentar el emprendimiento.
Algunos ejemplos serían: llevar un inventario, cuentas anuales, libro de actas, libro de ingresos y gastos, entre otros.
Si necesitas ayuda con todo ello, siempre puedes solicitar el servicio de una asesoría contable, fiscal o laboral que puedan asesorarte al respecto.
Te deseamos mucho ánimo y éxito en tu proyecto. No te pierdas nuestro artículo de Marketing para Residencias cuando llegue el momento de enfocarte en la captación de clientes.
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