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¿Cuánto cuesta la construcción de invernaderos?
La realidad es que el precio de construir un invernadero es muy variable, debido a que cada recinto o estructura puede tener unas características distintas en función del tipo de cultivo, el clima de la zona u otras cuestiones similares.
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¿Qué tipos de invernadero se pueden construir?
- Invernadero de túnel: Su estructura está formada a partir de arcos sobre los que se coloca el revestimiento. Generalmente, son muy resistentes y bastante fáciles de colocar. Gracias a su forma, es más difícil que el agua de lluvia se acumule, además de favorecer la ventilación. Ahora, una desventaja es que estéticamente no es el tipo de invernadero más llamativo.
- Invernadero de capilla: Su forma podría compararse con el de una casa con tejado a dos aguas. Es considerado un tipo de invernadero muy decorativo y además, suele ser fácil de montar, no acumula agua en el tejado y puede tener facilidades en cuanto a la ventilación. Además, pueden utilizarse tanto cubiertas flexibles como cubiertas rígidas.
Materiales para la estructura
Es importante que la estructura de un invernadero sea resistente y pueda adaptarse o ampliarse en función de las circunstancias en cada momento.
Los materiales más utilizados en estructuras de invernaderos suelen ser: la madera, el PVC y el aluminio o el acero galvanizado. Los invernaderos de madera o PVC suelen tener un precio más económico que los invernaderos de aluminio o acero galvanizado.
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Materiales para la cubierta
Las estructuras de los invernaderos pueden combinarse con paneles o láminas rígidas o flexibles, dependiendo de las características que deban tener.
Si nos centramos en el precio, una de las opciones más económicas es el polietileno, que proporciona una cubierta de plástico flexible. No obstante, también es habitual utilizar otros materiales, como los recubrimientos acrílicos.
Por otro lado, los invernaderos de vidrio son bastante estáticos y consiguen una adecuada entrada de luz, además de que es muy duradero. No obstante, su precio suele ser más elevado.
Sistema de riego
Para que el invernadero funcione correctamente, el nivel de humedad adecuado para las plantas y el suelo debe mantenerse, y para ello, es bastante común instalar un sistema de riego automático.
Hay varias alternativas entre las que elegir: desde aspersores o microaspersores hasta el riego subterráneo (a pesar de ser más costoso, es más estético, puesto que circula bajo el suelo).
Una de las alternativas más populares es el riego por goteo, el cual puede automatizarse y permite regar las plantas gota a gota, evitando encharcamientos y haciendo un uso más eficaz del agua. Además, el precio del riego por goteo suele ser bastante asequible.
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¿Cómo se calcula la cotización para construir un invernadero?
¿Qué equipamiento necesita un invernadero?
Como te lo puedes imaginar, la tecnología que se decida utilizar para equipar el invernadero influirá directamente en el coste del proyecto.
Al mismo tiempo, instalar extractores ayuda a renovar el aire del invernadero, o removedores, para distribuirlo de forma más eficiente.
En cuanto a los niveles de humedad del invernadero, es posible instalar sistemas de nebulización y también hay sistemas de fertirriego, que permiten aplicar tanto el agua como los fertilizantes de forma simultánea.
Y los sistemas de aportación de CO2 pueden servir para favorecer la fotosíntesis de las plantas, consiguiendo una mayor productividad en los cultivos.
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Ventajas de construir un invernadero
- Permite cultivar todo tipo de planta en cualquier momento del año.
- Las plantas están más protegidas frente a plagas o enfermedades.
- Se aumenta el rendimiento del cultivo.
- Favorece el ahorro de agua y fertilizantes.
- Existen distintos tipos de invernadero con un diseño muy estético.
Para lograrlo, es sumamente recomendable contar con profesionales expertos en la construcción de invernaderos, que puedan crear un proyecto adaptado a las necesidades específicas de cada caso, y que también puedan encargarse del mantenimiento del invernadero.
Por ejemplo, se debe asegurarse que los materiales se conserven en buen estado, y sustituirlos cuando no es así. Además, hay que revisar el sistema de riego y mantener limpios tanto los revestimientos como el suelo.
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